Lunes 6 de Abril de 2009. 3:32 AM. Centro de Italia. Terremoto de 6'3.
Un terremoto es un fenómeno natural impronosticable, la liberación de energía que surge del interior de la tierra la provoca la separación de las cortezas terrestres o sus fallas geológicas, a su vez, asociadas también al movimiento de las placas tectónicas. Cuando esto acontece, las vidas se convierten en drama, se truncan de golpe para quienes sobreviven, tal colapso resulta en absoluto caos.
Italia es el país europeo que más las sufre, anualmente se producen una veintena de ellos entre 4 y 5 de escala sin contar los de menor alcance. En aquel fatídico lunes de madrugada, 309 personas perecieron entre la brutalidad de la sacudida, hubo más de 1500 heridos y 50000 fueron desahuciados, la Tierra no perdonó.
Con todo el respeto del mundo y sin genuflexión, La Chiesa della Zona Rossa.
Una pequeña puerta lateral vaticinaba un peligro real, incluso mortal. Tras el altar y bajo la torre apuntalada del campanario, la pisada era entre escombros y cascotes caídos para una vez levantada la vista tener una visión apocalíptica.
La iglesia dedicada a la Asunción de la Virgen de un pequeño pueblo de montaña, era la estampa más imponente de la fuerza con la que la naturaleza golpea.
Lo curioso de ese día es, que semanas antes, un sismólogo predijo por aumentos y concentraciones de gas radón en zonas sísmicas cercanas, que acontecería un temblor. Sin que nadie le escuchara, cogió una furgoneta y se dirigió a la principal ciudad de la región altavoces en alto para gritarle a la ciudadanía que evacuara, que el peligro sería real. Las autoridades pertinentes junto a un alcalde airado, le denunciaron por provocar el pánico y el escandalo obligándole a retirar sus conclusiones en internet. Solo erró en el día, pero no en las consecuencias.
La imponente iglesia data de la segunda mitad del s. XIII, ampliada hasta su actual forma entre el XV y el XVI. Esta, era el epicentro de la vida misma en la localidad con un castillo como vigía, testigo de orígenes feudales y medievales sometida por duques y barones durante siglos. Sus calles eran estrechas, de caminos sinuosos y fuertes pendientes que contrastaban con la llanura y los campos de cultivo que habían a su alrededor. Hoy, la domina el silencio.
Nuestros pasos sobre catacumbas rompían ese silencio junto con el repicar de obreros en un intento de recuperación del borgo. El interior de una sola nave que terminaba en el ábside, poseía un impresionante techo amaderado con 2 lienzos de gran valor artístico representando la Asunción y el segundo, la Inmaculada Concepción rodeada de ángeles y santos. Era inevitable que la mirada siempre se dirigiera al techo a pesar del piano, las lámparas, los ángeles o los confesionarios.
NO EXISTE VISITA MÁS SENTIDA Y RESPETUOSA CON LO ACONTECIDO EN UN LUGAR EN LA QUE HAYAMOS ESTADO NUNCA. ESTE ES UN ABANDONO FORZOSO Y DOLOROSO, DONDE LO BUROCRÁTICO Y ESPECULATIVO DEL DAÑO AJENO, DRAMA O TRAGEDIA SIEMPRE ESTARÁN PRESENTES. PERO POR SUERTE, LA ESPERANZA SE MUESTRA EN LA RECUPERACIÓN QUE ALGUN DÍA ESTE PUEBLO VERÁ, RECUPERANDO CADA PIEDRA, CADA ALIENTO, CADA ESFUERZO...EN HONOR, A SUS ALMAS PERDIDAS.
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