VIVIENDAS
- EL BLOQUE DE LA PELU -
Un pequeño bloque de carretera retiene en su eco el chismorreo.
Una peluquería es, y era, el centro neurálgico de cualquier asunto que
discurre en un barrio, lugar donde hablar podría señalarte, incluso hoy.
Nacida en la necesidad de crecimiento del movimiento fabril
junto a distintas instalaciones para la creación de una colonia,
la peluquería fue ese lugar de unión, alegrías, tristezas, desasosiego
del día a día laboral que con los años se convirtió en algo cotidiano.
Durante esos largos años, la vida que aquí se creó en favor de la estética,
sería la misma que cambiaría todo su sector industrial tras una fuerte crisis,
obligando a muchos a irse y buscar nuevas oportunidades en las ciudades.
A duras penas y en las sombras, pervive este tiempo pasado.
Una peluquería es, y era, el centro neurálgico de cualquier asunto que
discurre en un barrio, lugar donde hablar podría señalarte, incluso hoy.
Nacida en la necesidad de crecimiento del movimiento fabril
junto a distintas instalaciones para la creación de una colonia,
la peluquería fue ese lugar de unión, alegrías, tristezas, desasosiego
del día a día laboral que con los años se convirtió en algo cotidiano.
Durante esos largos años, la vida que aquí se creó en favor de la estética,
sería la misma que cambiaría todo su sector industrial tras una fuerte crisis,
obligando a muchos a irse y buscar nuevas oportunidades en las ciudades.
A duras penas y en las sombras, pervive este tiempo pasado.
El bloque en sí mismo atestiguaba ser presa del tiempo y la destrucción.
Pocos indicios de quien los habitaba o cuales eran sus pasatiempos.
Solo retenía el caos a su merced...y sin contemplaciones.
Pero el edificio guarda en su interior una joyita que transporta a otro tiempo.
Esta pequeña peluquerÍa, coqueta, bonita, tenía esa nostalgia verdadera,
ese lugar idílico que retiene ese pedacito de verdad que alguna vez vivimos.
Revistas del Super Pop, maniquí de pelucas, fotos, champús... esos pasados '90.
Pocos indicios de quien los habitaba o cuales eran sus pasatiempos.
Solo retenía el caos a su merced...y sin contemplaciones.
Esta pequeña peluquerÍa, coqueta, bonita, tenía esa nostalgia verdadera,
ese lugar idílico que retiene ese pedacito de verdad que alguna vez vivimos.
Revistas del Super Pop, maniquí de pelucas, fotos, champús... esos pasados '90.
Buen trabajo Rubén. :)
ResponderEliminarMuchas gracias Jordi, se hace lo que se puede ;) un saludo
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