- HOHENLYCHEN (III) -

 

Acabada la 2ª Guerra Mundial con el nazismo y sus lideres abatidos,

 de Este a Oeste, Alemania quedaría totalmente sitiada dividiendo Berlín.

División administrativa que repartiría sus fuerzas entre los aliados

de la zona Occidental de Estados Unidos, Reino Unido y Francia,

contrarrestando cualquier tipo de influencia política, militar u económica

del ahora temido y enorme imperio de la Unión Soviética desde el Este.

De su mano, un espectro recorrería Europa, el espectro del Comunismo.

Bienvenidos a Hohenlychen.

La invasión soviética y el final. 3ª parte.

El edificio más grande de los 3 principales, contenía 

infinidad de habitaciones vacías en pasillos inacabables.

Tan inmenso es, que perderse en sus entresijos era casi inevitable.

Planta baja y 2 pisos más azotea junto con diferentes alas añadidas,

serían utilizadas para talleres educacionales de chicas, dormitorios, 

cine, gimnasio, baños y piscina donde se preparó a los atletas alemanes, etc.

Tras devastarlo y abatirlo sin piedad, lo ocuparon.

La esvástica sería sustituida por la hoz y el martillo.

Una tiranía por otra, un dictador por otro, de Hitler a Stalin.

Hohenlychen, era ahora una gran base soviética desde donde 

controlar el Este de Berlín y los países satélites comunistas.

Al final del enorme pasillo que unía ambas alas, 

estancias apocalípticas nos conducían a unas escaleras.

La grandiosidad de este monstruoso edificio nos espera.

 

A finales de 1948, los soviéticos crearon la Kominform,

una organización cuyo propósito era controlar sus estados

trabajando conjuntamente con la NKVD, una red de espionaje

como método de control a los posibles elementos anticomunistas.

Un año más tarde, ante la proclamación de la RFA o Alemania occidental,

los soviéticos crearon la RDA o DDR, el estado alemán socialista.

Paranoias del poder, libertades coaccionadas.

 

Esta ala pertenecía a los talleres educacionales para niñas.

Las puertas abiertas eran la constante en cada uno de los pasillos.

1955 selló la unión de los países satélite soviéticos en el Pacto de Varsovia,

 contrarrestando así en autodefensa cualquier tipo de ataque.

El escenario mundial seguiría siendo el mismo, la conquista de la mentes

de los hombres en esas fechas irían a cargo de Eisenhower y Kruschev mientras

Berlín oriental empezaba a restringir el pase migratorio al Oeste.

La fuga de sus mejores cerebros y la negativa a la desocupación

occidental por parte de las fuerzas aliadas, movieron a los soviéticos a

cerrar completamente su frontera construyendo un muro, el muro.

Desde Stettin en el Báltico hasta Trieste en el Adriático,

"La Cortina de Acero" dividía ahora al mundo en capitalista o comunista.

La llamada Guerra Fría, manifestaba el sentido generalizado

de ambas potencias enfrentadas sin agredirse geopolíticamente.

Esta partida de ajedrez movía a sus peones en una estrategia

de posicionamiento para uno u otro bando, mientras el caballo o el alfil

se situaban cercando más próximamente el territorio enemigo 

sin que reyes ni reinas lleguen a manifestarse en jaque mate.

Estados Unidos y la URSS no llegaron a atacarse directamente,

para eso tenían sus estados aliados en ambas orillas, pendientes.

De haber sido el caso, el planeta se hubiera matado entre si.

 En la segunda planta, los talleres contaban otros cuentos,

aunque por el aspecto de sus pasillos, también serían de terror. 

Esta batalla sin contacto entre las dos grandes potencias, 

les llevaría a una carrera por demostrar quien era más fuerte.

Lucharon en la carrera armamentística y espacial como nunca se hizo.

Recaptaron con sus ideas a medio mundo en favor de sus luchas.

Crearon bombas nucleares y salieron al espacio, 

¿que hubieran hecho juntos?.

 Cualquier carrera acaba en una meta y la de la URSS se vislumbraba.

La exigencia económica en el continuo gasto de la industria militar,

estaba debilitando a los soviéticos desde bien finales de los 70.

 La guerra que mantuvo en Afganistán acabaría por casi ahogarles.

Su principal fuente económica eran la venta de petroleo y gas pero,

la aparición en el mercado de los países árabes con precios a la baja

y una competencia brutal en nuevos mercados les sumiría en una crisis.

Gorbachov, como Secretario General del partido en aquellos momentos,

intentó la reestructuración a mediados de los 80 con la llamada Perestroika.

Fallida venta de las propiedades industriales a la privatización,

un sistema de clases en la que sus gobernantes vivían como occidentales,

cambios en un sistema laboral que ya dejaba de ser eficiente y productivo

autovendiendo su ideal por el maldito sistema occidental de oferta y demanda.

Existía un buen sistema sanitario y educacional con vivienda gratuita.

15 metros cuadrados por persona habitable donde la alimentación

y la esperanza de vida eran las mejores del mundo existentes.

Pleno empleo sin pobreza para una vida digna sin lujos.

La gente pasó de tenerlo todo a verse sumida en una profunda crisis.

El país se paralizó, la inflación se disparó y la pobreza ni hablamos.

 Todo ello llevó al colapso de una enorme nación donde las aspiraciones 

mataron verdaderamente la riqueza y el ideal de un gran pueblo.

Un agujero en la pared, mostraba la prosperidad de otro momento en la 

grandeza máxima de un país que también se derrumbó por su megalomanía.

Durante el verano de 1989, multitud de Alemanes del Este,

se fugaban a Hungría o Checoslovaquia con la idea de llegar al Oeste.

Erich Honecker, dimitía el 18 de octubre ante lo que se le venía encima, 

el presente exigía cambios que el comunismo no podía soportar.

Günter Schabowski, portavoz del Partido, sería el encargado de

anunciar a los medios los cambios en las regulaciones fronterizas.

Retransmitiendo por un canal de la GDR u Alemania occidental,

los alemanes del este pudieron presenciar el momento en el que

tras leer la nota en la que permitía el flujo con visado al Oeste,

la prensa le preguntó cuando sería válida la propuesta.

Schabowski se equivocó y contestó que inmediatamente

congregando una multitud en el muro, imposible de sostener.

 Era 9 de Noviembre y miles de berlineses se concentraron.

La noche retenía las ilusiones de un pueblo que volvía a unirse.

Con picos, martillos o lo que fuera, la gente derribaba el muro.

Las fronteras dejaban de existir, Alemania volvía a abrazarse.

Paulatinamente, la Guerra Fría dejó de existir en años venideros.

Alemania se unificó, los países bajo yugo comunista dejaron

de serlo en post de su propio camino, la URSS sería CEI

y el comunismo había sucumbido al capitalismo.

Era el fin de una larga era y la esperanza de una nueva.

Hohenlychen, tras casi 50 años de presencia soviético-comunista,

quedaba vacío un 31 de Agosto de 1993, cerrado para siempre.

EN LA RETROSPECTIVA DE UN PASADO INEXISTENTE,

 LA DUREZA DE LOS RECUERDOS SI PERDURAN.

TU MAGNIFICENCIA ESCASEA EN SIGNOS, SEÑALES O

DEDICACIONES A UN SIGLO DE HISTORIA REAL VÍVIDA.

TU PRESENTE YA NO ESCRIBE PAGINAS QUE LEER

PARA UN FUTURO QUE NECESITA CONOCER SU PASADO.

LA PUERTA DE TU SALVACIÓN CARECE YA DE GOBERNANTES.