- EL CASTILLO DE LA PENITENCIA -


Tan alejado de un mundo donde la soledad es la única compañía,
la montaña ofrece esa calma curativa para encontrarse con uno mismo. 
Perdiendo la vista en la inmensidad de un cielo envuelto de valles arbolados,
este reducto de paz y tranquilidad, con el piar de los pájaros como sonido de
una vida aparentemente ralentizada, carece de reloj para medir el tiempo.

Escondido entre valles, sobresaliendo en una cima, se deja ver la silueta de
un castillo por el cual los siglos han pasado sin dejar aquí su huella en la
historia, en un escenario que jamás vivió guerras, ni sufrió batallas.
Perteneciente en siglos a una dinastía de marqueses, condes y barones,
sus últimos habitantes se cobijaron al amparo de estos muros con la
intención de sanar sus almas penitentes tras una vida extraviada.
¿Quedarían absueltos sus pecados abnegados a la bondad?

Bienvenidos al Castillo de la Penitencia.


¿Vidas perdidas, almas errantes, corazones muertos?
Encontrar aquí su última posibilidad de reinsertarse socialmente
era la intención de drogadictos, ex-presos, traficantes y maleantes.
 

Espacios inertes, vacíos, carentes de cualquier atisbo de humanidad,
posiblemente las rejas recordaban la que fue su forma de vida en años y
la esperanza icónica de una cruz podría ser su única e inesperada salida. 


Aunque difícilmente abrazarían la fe o escucharían la plegaria,
la visita a la capilla parroquial nos intriga e impacienta.






"CUIUS VISTA DISPICITUR, RESTAT UT EIUS PRAEDICATIO
CONTEMNATUR. CUI AMAT PERICULUM IN ILLO PERIBIT"

(Cuando la vida de un hombre es despreciable, entonces sus 
palabras deben ser condenadas. El que ama el peligro perecerá en el)


"IN TERRA PAX HOMINIBUS BONAE VOLUNTATIS"

(En la tierra paz a los hombres de buena voluntad)

 
"ALIOS EGO VIDI VENTOS ALIAS PROSPEXI ANIMO PROCELLAS. 
CULPA EST MEA"

(Yo ya he visto otros vientos y he afrontado otras tempestades.
La culpa es mía.)


Bajo el peso de la cruz en esta pequeña capilla parroquial,
el engaño de la belleza y la santidad se esconden mutuamente.

¿Que alma es perdonada tras pecados imperdonables?
¿Que alma merece una segunda oportunidad ante el que sufrió injusticia?

Es bonito pensar que el mundo podría ser justo pero no lo es,
es bonito pensar que la bondad conduce a ella, pero tampoco lo es.







TODOS Y CADA UNO DE LOS HECHOS 
QUE LE PUEDAN OCURRIR AL HOMBRE,
DESDE EL NACIMIENTO HASTA SU MUERTE,
ESTÁN PREFIJADOS POR EL MISMO.

TODA NEGLIGENCIA ES DELIBERADA,
TODO CASUAL ENCUENTRO UNA CITA,
TODA HUMILLACIÓN UNA PENITENCIA,
TODO FRACASO UNA MISTERIOSA VICTORIA
Y TODA MUERTE UN SUICIDIO.

NO HAY CONSUELO MÁS HABIL QUE EL PENSAMIENTO
DE QUE HEMOS ELEGIDO NUESTRAS DESDICHAS.

                                                                                    (J.L.Borges)

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