- DISCOTECA LOUIE VEGA -


Todo el día anhelando el momento de que llegara la noche.
 El reencuentro con los colegas era señal de que empezaba la fiesta. 
Techno, house, acid, makina, ambientaban el camino en coche 
entre risas, humo e ilusiones de futuras conquistas.

Las luces de la discoteca se vislumbran desde la carretera.
 El ambientazo haciendo botellón en el parking es descomunal.
Subimos el volumen de nuestro equipo para anunciar que
 acabamos de llegar, esta noche es nuestro triunfo.

El avión estrellado de la pared es nuestro destino,
¡¡¡   LOUIE VEGA   !!!







Ya en la cola, el zumbido ensordecido que se escapa por  
las paredes insonorizadas, impidiendo contener del todo 
los 80 mil vatios de potencia y 
200 mil en iluminación que nos esperan, 
alertan de la magnificencia de esta macrodiscoteca.

25 mil metros de superficie, 13 mil de ellos como parking. 
3 mil edificados en los que se encuentra la discoteca y los servicios, 7 mil de zona ajardinada en espacios chill-out, barras, restaurante e incluso una cascada que cae desde la parte alta en que se encuentra la discoteca, hasta morir maravillosamente en la iluminada piscina que hay abajo.

Arquitectonicamente espectacular,
entusiasmando los sentidos del mejor entorno posible,
 es hora de entrar ya, ¿no creéis?


Esa expectación creada antes de entrar,  
son hoy una ilusión y tal vez, un bonito recuerdo. 
Ya no habrán más festividades, ni cumpleaños al que asistir, 
no se conocerán parejas, ni surgirá ningún amor. 
En tan solo algo más de dos años de su cierre, 
es el anhelo de lo que un día fue lo que permanece.
Una lágrima para todo el que lo vio antes, y ve su después.


Una aviadora, sobrevolando el mar, las montañas y acariciando el cielo en distintas localidades por las que pasaba, acabaría perdiendo el control de su avioneta deportiva Comper Mouse de fabricación británica. 
Su vida y valentía la dejó en este turón, 
donde a modo de homenaje y algo más de 30 años después, 
se inauguró en 1988 a su nombre este espacio de ocio.

Galardonada como la tercera mejor discoteca de Europa en su día, 
con la obtención de numerosos premios arquitectónicos y de interior, 
ofrece hoy una visión desesperanzadora.


Rampas laterales ascendían a la magnificencia del espectáculo, la zona V.I.P.


En multitud de ocasiones, la historia y la vida 
han demostrado ser algo caprichosas, el destino juega
 con el papel de que lo sabe todo de antemano, 
y Louie Vega, quizás, ya estaba marcada. 

Gran Velvet, la discoteca de los mil millones,
Badalona, abandonada y demolida.
 Wonder, Lleida, brutalmente devastada.
Louie Vega, la última en caer. 

Resulta curioso que estas tres discotecas fueran diseñadas 
por el mismo arquitecto y tuvieran el mismo destino.
 ¿Resultaban demasiado pretenciosas?.
Los costes y que funcionaran, ¿eran imposibles?.
¿O fue la mala gestión la que las llevó a morir?
Sea como fuere, la obra de Alfred Arribas 
fue maravillosa para toda una generación
 que no olvidará estos lugares y lo que allí vivieron.

Mientras bajamos, la música suena en mi cabeza,
 el apoteósico ambiente se convierte en baile.
Lamento la última mirada a la nostalgia.


Como todos sufrimos, la crisis no dejó intocables.
Hubo un momento en que todo se tambaleaba, nada 
parecía funcionar y Louie Vega no estaba exento de ello.

En 2010 hubo un último intento de salvarla, 
nuevos propietarios la llamaron New Louie Vega.
La promesa y el futuro prometían, pero fue en vano.
La música no funcionaba perdiendo su personalidad y estilo, 
la gestión estaba mal llevada, las peleas eran constantes 
las quejas vecinales ya eran de peso.

Unanimamente, la familia del Louie Vega,
 intentó manifestarse y salvarla pero,
su caída estaba anunciada hacia tiempo.

La zona ajardinada, la piscina, las barras...ya no son lo mismo.





NOCHES ENTERAS A LA LUZ DE LA LUNA.
AMANECERES CORTOS DE RAYOS DE SOL.
 SENSACIÓN ÚNICA APAGADA
TRAS EL CESE DE TU CANCIÓN.
HASTA SIEMPRE LOUIE VEGA

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